jueves, 6 de noviembre de 2008

Nieve de color sandía

¿Creíamos que la nieve era siempre blanca? Pues no... la hay rosa, marrón, amarilla, negra...


No solo eso; en las montañas de Colorado, a más de 3000 metros de altura, la nieve además de tener un extraño color sandía, tiene además el sabor de esta fruta; por eso los lugareños la llaman "watermelon snow".



Muchos han querido buscar en esta nieve algo mágico; incluso Aristóteles la mencionó en sus tratados sobre naturaleza, siendo así el primero en hablar de ella; pero la ciencia hoy en día ya está suficientemente avanzada para desvelarnos su misterio: un alga microscópica capaz de verse únicamente con un microscopio de 400 aumentos llamada " Chlamydomona nivalis".

Durante los meses más fríos, el alga permanece inactiva, pero cuando mejora la temperatura, desprende unas células con flagelos que se trasladan hasta la superficie del bloque de hielo. Aunque originalmente esas células son de color verde, al entrar en contacto con la luz segregan un pigmento rojo llamado carotenoide, que les sirve de escudo para protegerse de las radiaciones solares mientras realizan la función clorofílica; es este pigmento el que tiñe la nieve de este color tan peculiar.

Los científicos aseguran que no pasa nada por comer esta nieve, pero si se ingiere en grandes cantidades produce una curiosa "diarrea rosada".

A día de hoy, existen más de 350 especies de algas que sobreviven en estas condiciones, y que son las culpables de los distintos colores que toma la nieve.