martes, 30 de septiembre de 2008

Con el agua al cuello


Fuente: El Pais

lunes, 29 de septiembre de 2008

¿Son o no paralelas?


¿Porqué no vemos estas barras paralelas si en realidad sí lo son? ¿porqué el cerebro nos engaña así? ¿acaso no es real todo lo que vemos?...

Como se suele decir... no creas nada de lo que te cuenten y de lo que veas, la mitad.

domingo, 28 de septiembre de 2008

Casi 2.000.000 de pensionistas sin el "Abono social" de Telefónica

Después de 3 meses sin hacer una sola entrada y de animarme, por fin, anteayer a continuar con el blog; hoy hubiese querido empezar con algo más liviano, pero se me ha torcido el morro porque ayer en una comida familiar, me contaron algo, que aunque a estas alturas del año ya no es noticia, me causó una indignación suprema; hablábamos de Telefónica, conocida ya por muchos como "Timofónica".

Yo no podía creer lo que me contaba una tía de mi marido que tiene 66 años y es viuda hace 4; ha sido beneficiaria del famoso "Abono social" que ofrece la compañía durante 2 años y este año se lo han denegado por no reunir las condiciones necesarias, o sea... por cobrar "más de lo debido". Como supongo todos sabéis, este abono, que Telefónica ofrece como una acción social, porque según su propia publicidad: la compañía está "siempre comprometida en el progreso de la sociedad"; consiste en un descuento del 30 % de la cuota de alta de la línea telefónica (dudo mucho que de esto se beneficie nadie, la verdad) y del 95 % de la cuota mensual que son 13,7 euros mensuales, sin IVA.

Para acceder a estas facilidades, como Telefónica las llama, hay que cumplir unos requisitos bastante exigentes: ser jubilado o pensionista mayor de 64 años y que la suma de las rentas de todas las personas que forman la unidad familiar y conviven en el mismo domicilio, no supere los 7.236,60 euros en el año 2008 (14 pagas de 516,90 euros), hay que joderse, que así mismo lo especifican en su página web.

A estas alturas, la mayoría de vosotros ya habréis caído en la cuenta de que la pensión mínima en España para este año 2008 es de 528,55 euros mensuales y además yo os cuento que según datos de la Seguridad Social de diciembre de 2007, esta pensión la cobran 1.957.101 personas en todo el país; por tanto y haciendo una deducción rápida: toda esta gente, casi 2 millones de personas, ya no pueden acceder este año a ese descuento en la línea telefónica que tan bien les venía, por... "cobrar demasiado".

Así, según estas nuevas condiciones, el abono social sólo podrán solicitarlo aquellos que cobran pensiones no contributivas, que vienen a ser unas 470.000 personas, y los beneficiarios del Sovi, unos 420.000 más; que con las pensiones tan indignas que cobran, dudo mucho que puedan siquiera tener teléfono en casa.

En su día, la Unión de Consumidores de España ya denunció este hecho, pero por lo visto, nos hemos quedado con eso, con denunciarlo, como lo hago yo aquí y ahora, lo dicho... indignante.

De cualquier modo, Telefónica debería hacérselo mirar; mi padre por ejemplo, hubiese accedido ahora a esta ayuda, pero no puede porque como el caso de la tía de mi marido, cobra "demasiado", y haciendo cálculos, ves que por no tener más que la línea telefónica, debes pagar un mínimo de 15,9 euros mensuales (eso sin hacer ni una sola llamada) y resulta también que ONO por 28 euros mensuales, iva incluido, le ofrece tarifa plana nacional (para llamar tanto como quiera) y televisión por cable; sí, es cierto que es un poco más caro, pero en relación a lo que ofrecen uno y otro, está bastante claro... telefónica pierde un cliente.

Al menos podían tener un poco de decoro y no publicitar esas cosas que de acciones sociales tienen más bien poco.

A ver llegar la próxima...


viernes, 26 de septiembre de 2008

En homenaje a mi madre... por dedicarnos toda su vida.

-¿Qué significa "domesticar"?
-No eres de aquí -dijo el zorro-. ¿Qué buscas?
-Busco a los hombres -dijo el principito-. ¿Qué significa "domesticar"?
-Los hombres -dijo el zorro- tienen fusiles y cazan. Es muy molesto. También crían gallinas. Es su único interés. ¿Buscas gallinas?
-No -dijo el principito-. Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"?
-Es una cosa demasiado olvidada -dijo el zorro-. Significa "crear lazos".
-¿Crear lazos?
-Sí -dijo el zorro-. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo...
-Empiezo a comprender -dijo el principito-. Hay una flor... Creo que me ha domesticado...
-Es posible -dijo el zorro-. ¡En la Tierra se ve toda clase de cosas...!
-¡Oh! No es en la Tierra -dijo el principito-.
El zorro pareció muy intrigado:
-¿En otro planeta?
-Sí.
-¿Hay cazadores en ese planeta?
-No.
-¡Es interesante eso! ¿Y gallinas?
-No.
-No hay nada perfecto -suspiró el zorro.
Pero el zorro volvió a su idea:
-Mi vida es monótona. Cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra. El tuyo me llamará fuera de la madriguera, como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves, allá, los campos de trigo? Yo no como pan. Para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Es bien triste! Pero tú tienes cabellos color de oro. Cuando me hayas domesticado, ¡será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo...
El zorro calló y miró largo tiempo al principito:
-¡Por favor... domestícame! -dijo.
-Bien lo quisiera -respondió el principito-, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
-Sólo se conocen las cosas que se domestican -dijo el zorro-. (...)
(...)
Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se acercó la hora de la partida:
-¡Ah!... -dijo el zorro-. Voy a llorar.
-Tuya es la culpa -dijo el principito-. No deseaba hacerte mal pero quisiste que te domesticara...
-Sí -dijo el zorro.
-¡Pero vas a llorar! -dijo el principito.
-Sí -dijo el zorro.
-Entonces, no ganas nada.
-Gano -dijo el zorro-, por el color del trigo.
Luego, agregó:
-Ve y mira nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás para decirme adiós y te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver nuevamente a las rosas:
-No sois en absoluto parecidas a mi rosa: no sois nada aun -les dijo-. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como era mi zorro. No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Y las rosas se sintieron bien molestas.
-Sois bellas, pero estáis vacías -les dijo todavía-. No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa a quien he regado. Puesto que es ella la rosa a quien puse bajo un globo. Puesto que es ella la rosa a quien abrigué con el biombo. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que es ella la rosa a quien escuché quejarse, o alabarse, o aun algunas veces, callarse. Puesto que ella es mi rosa.
Y volvió hacia el zorro:
-Adiós -dijo.
-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
-Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el principito, a fin de acordarse.
-El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.
-El tiempo que perdí por mi rosa... -dijo el principito, a fin de acordarse.
-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
-Soy responsable de mi rosa... -repitió el principito, a fin de acordarse.


"El principito" de Antoine de Saint-Exupéry


Gracias, mamá... por haberme domesticado. Te quiero.